lunes, 28 de marzo de 2011

Los periodistas que vienen

Los periodistas que vienen: La de-generación

Llevo 4 años metido en esto de estudiar periodismo, en este momento me quedan 4 exámenes para obtener el título de licenciado. Estudié el primer ciclo en la UCAM, aprendí bastante y me dediqué sobre todo a escribir, desde noticias a crónicas, perfiles, semblanzas o reportajes. Por supuesto di muchas otras cosas, pero lo básico era escribir.

El curso pasado empecé segundo ciclo en la Universidad de Murcia y desde el conocimiento que me da estar dentro de la próxima hornada de periodistas murcianos.... estoy asustado.

En mi clase somos unos 80 matriculados, mas o menos, de los cuales un 90% provienen de otras carreras, han accedido a este segundo ciclo sin más conocimientos sobre periodismo que el que hayan aprendido en sus casas. ¿Es bueno esto? Para mí está claro que no. ¿Cómo pretende la universidad de Murcia enseñar en dos años lo que otros enseñan en cinco?. Para paliar esta falta de conocimiento mis compañeros realizaron el curso pasado tres asignaturas de pasarela que equivaldrían a mis dos años de primer ciclo, bien.

El resultado es obvio y deprimente, alumnos a tres meses vista de ser licenciados no saben diferenciar un perfil de una crítica cultural; y lo que es peor, profesores que a pesar de saber del error son incapaces de hacerlo ver. Alumnos que en dos años han escrito cuatro noticias que con suerte han sido medio corregidas. Alumnos que se tienen que buscar la vida para obtener el conocimiento de becarios en empresas ya que en la universidad desde luego no lo obtienen. Alumnos que a lo que aspiran en una clase es a entrar en un debate, ya que los profesores dejan la veda abierta para no dar explicar el temario que deberían.

¿Cómo cojones queremos seriedad en nuestro oficio si lo que prima en las aulas es el debate sin fundamento más que el aprendizaje?

Hoy tenía clase para analizar unas críticas culturales, solo un compañero ha hecho una crítica sobre un disco. Lo demás leído ha sido una oda al ego de un compañero, una parodia política digna del jueves y dos intentos de crítica cinematográfica que se quedaban en sinopsis con spoiler (desvelando el final de las películas por supuesto). El profesor es aquí el que dicta sentencia, el que debe decir los fallos de cada uno para poder aprender, y su fallo ha sido hacerse el tonto, aceptar pulpo como animal de compañía y no dar ni una sola corrección a nada. “Todo muy bien”. Si yo, un simple alumno, he sido capaz de ver tantísimos fallos como un profesor no es capaz de ver ninguno. Cómo es posible que en el último cuatrimestre de carrera se pida una crítica cultural y haya alumnos que no sepan lo que significa.

Cómo pueden dedicarse a hablar de la web 2.0, de las redes sociales, de marketing, de economía, de ética, a periodistas a los que todavía no se les ha enseñado lo que es un destacado o un libro de estilo. ¿No es normal que se enseñe lo básico antes de entrar en detalle?

Y esto es un mero ejemplo de tantos y tantos y tantos. Lo siento por mis compañeros que tendrán que aprender en empresas lo que es el periodismo, ya que en la universidad no pueden. Que tendrán que pelear por un contrato con gente mucho más cualificada que ellos porque se les ha enseñado mejor. Lo siento por mis compañeros que tendrán que aprender a usar programas (Quark, programas de edición) que en otras universidades son una asignatura completa. Lo siento por mí porque además de todo eso, en estos dos años solo he aprendido lo que me han enseñado mis prácticas de verano y alguna optativa de 5 créditos.

El grado cambiará las cosas, espero. Pero todavía quedamos por salir dos hornadas de licenciados de la UM, que sin duda deberíamos estar indignados.

Estos son parte de los periodistas del mañana, esto es lo que se forma en las aulas. Ya entiendo lo de “El periodismo está en la calle”

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