martes, 25 de noviembre de 2008

Microrrelato

El asesino le miraba con sus ojos llenos de ira, no podía creer lo que había hecho ese hombre; su mujer y sus hijos yacían cubiertos de sangre en la habitación.

Ahora era su turno, los dos llevaban el mismo arma pero en el brazo contrario, sin embargo sus ojos se habían cruzado y aquellos segundos parecían años en los que ninguno conseguía reaccionar.

Una bala le atravesó la sien, asesino y víctima cayeron fundidos en un solo cuerpo. El espejo dejó de reflejar la escena. Ahora todo había terminado.




Pd: No sé si me he inventado el relato o he tuneado una idea leida por algún lado... Creo que empiezo a perder facultades de memoría.

Saludos

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